domingo, 5 de febrero de 2017

CONSEJO DE LA SEMANA: EL LUGAR DE ESTUDIO.


En mi etapa de opositor solía decir, cuando me iba a estudiar, "Me voy al zulo". La definición de zulo es "Agujero o habitáculo oculto, generalmente subterráneo y de dimensiones reducidas, que se usa para esconder a alguien o algo". Pues bien, aunque no tiene que ser subterráneo, ¡¡¡a Dios gracias!!!, es importante que os preparéis un lugar de estudio donde ocultaros y, cual monjes de clausura, retiraros para la oración...

Los opositores tenemos que “apañarnos” un rinconcito de la casa alejado de ruidos y, sobre todo, de distracciones. Una mesa y una silla son fundamentales. Eso de estudiar tumbados, o en la playa, o en el parque…Nada de nada. ¡Al zulo!

Es importante que siempre sea el mismo sitio (pues contribuye a crear ese hábito de estudio tan necesario). Es importante también que tengas todo lo que necesitas a mano (bolígrafo, subrayador, temario, diccionario, etc) para no estar levantándonos continuamente o posponiendo buscar una palabra concreta, subrayar algo, etc. También es imprescindible que estés alejado de distracciones y tentaciones (¿estudiar con el Facebook puesto por si alguien nos escribe algo?, ¿ponernos a charlar por el móvil en mitad de una sesión de estudio?). Estoy seguro de que cualquiera de estas distracciones se puede posponer. Al principio cuesta mucho, pero una vez os acostumbréis, podréis vivir sin ellas, al menos durante el tiempo de estudio, que debe ser sagrado.

Tú sólo estudia